¿Cómo lidiar con un mal arrendador y qué hacer en caso de disputa?

Para que un contrato de alquiler y la estancia en la vivienda que alquiles sea pacífica, es importante que ambas partes lleguen a un acuerdo mutuo. ¿Y qué pasa si hay un mal arrendador? ¿cómo tratar con él? Si te estás preguntando cuáles son tus derechos como inquilino, para poder tratar con tu casero, sigue leyendo este artículo.

¿Cómo identificar a un mal arrendador?

Lo más importante de un contrato de arrendamiento es que haya armonía entre las partes. Tanto inquilino como casero deben estar de acuerdo en todo lo relativo al alquiler de la vivienda. Por eso es esencial que un contrato de alquiler tenga todas las cláusulas necesarias, que estas sean claras y que las partes estén de acuerdo. ¿Y cómo identificar a un mal arrendador? Puedes notarlo desde el primer instante de la firma del contrato o en los primeros meses de mudarte a la vivienda.

Conoce tus derechos como arrendatario

Pero antes de hablar de cómo es un mal arrendador y cómo lidiar con él, es imprescindible que como inquilino conozcas tus derechos y, a grandes rasgos, las cláusulas que el contrato de alquiler debe tener para que la convivencia sea pacífica.

Cláusulas del contrato de arrendamiento: conoce tus derechos

El contrato de arrendamiento es esencial porque es el que va a servir para regir el alquiler de una vivienda. El contrato está formado por una serie de cláusulas y deben apegarse a lo dispuesto por la Ley de Arrendamientos Urbanos. En este sentido, lo primero es que se establezca todo lo relativo al pago del alquiler. Es decir, no sólo el importe sino también la fecha y forma de realizar este pago.

También es esencial que el contrato detalle cuáles son las condiciones en las que se entrega la vivienda, así como quién resuelve los problemas asociados para la misma. Cuidado, pues un mal arrendador intentará dejártelo todo a ti. ¡Es esencial que se determine en qué casos cada parte paga las posibles reparaciones!

Además, un contrato de alquiler debe establecer la duración del acuerdo. Hoy en día el alquiler de viviendas suele pactarse a un año; pero no sólo debe especificarse la validez del acuerdo sino también las formas de extinción del mismo y la posibilidad o no de renovación.

¿Cómo tratar con un mal arrendador?

Ahora que ya sabes en líneas generales cuáles son las cláusulas que debe tener un contrato de alquiler, es momento de saber cómo puede actuar tu casero y convertirse en un mal arrendador.

Estado de la vivienda

Lo primero y esto lo notarás en las primeras semanas. Si la vivienda alquilada tiene desperfectos y recién te mudas al piso o casa, es el casero quien tiene que hacer los arreglos. ¿Por qué? Porque según la Ley de Arrendamientos Urbanos, la obligación del propietario que alquila una casa, es garantizar las condiciones de habitabilidad y el buen estado de la propiedad.

identifica a un mal arrendador

Es obligación del arrendador que la vivienda tenga calefacción, luz y agua; que los electrodomésticos que se entregan trabajen como debe ser y que no haya humedades, por ejemplo. Si te mudas a un nuevo piso y este se encuentra en obras o si hay desperfectos: el arrendador tiene que subsanarlos en un período de tiempo razonable.

¿Te quieren subir el alquiler?

Un mal arrendador es aquel que puede intentar subirte el alquiler. Por eso es esencial que conozcas tus derechos. Tienes que saber que el precio del alquiler no puede subirse en cualquier momento. Esto sólo ocurre si ambas partes desean renovar el contrato y una vez que el plazo (anualidad) del mismo se aproxime. Un par de meses antes, las partes deben ponerse de acuerdo y decidir si quieren seguir o no con el contrato.

Sólo en este momento el casero puede pedirte que se haga una revisión de la renta (cosa que también debe venir en el contrato primario). También es importante que sepas que si no estás de acuerdo con esa revisión del precio, puedes desistir el contrato y concluir cuando se cumpla el plazo.

¿Un mal arrendador te exige la restitución de la vivienda?

¡Cuidado! Puede pasar que el casero te exija que abandones la propiedad. Es esencial que sepas cuáles son los casos en los que puede pedírtelo:

  • Impago de la renta por tu parte, lo que te convertiría en mal inquilino y el casero estaría en todo su derecho.
  • Necesidad de vivir en ella. Es posible que el casero necesite la propiedad para vivir en ella, tanto él como sus parientes en línea recta descendiente. Sin embargo, debe notificarte en un plazo de tiempo razonable y debe hacerse efectiva la entrada en el inmueble. Si no entra a vivir en un plazo específico, puedes pedir una indemnización y la restitución de la propiedad.

¿Qué hacer con un mal arrendador en caso de disputa?

Si te saltan las alarmas con tu casero y crees que es un mal arrendador, puedes abandonar la propiedad siempre y cuando sea él quien ha incumplido con alguna de las cláusulas. Por ejemplo, si después de mudarte la casa sigue sin pintar o la caldera sin funcionar y él se comprometió a subsanarlo. Si después de seis meses quiere subirte el alquiler también es una causa de incumplimiento.

Para evitar controversias con él no sólo necesitas conocer cuáles son tus derechos como arrendatario. ¿Y lo mejor? Tratar todo a través de una agencia.También te aconsejamos que contrates un seguro para inquilinos. Esta puede ser una buena alternativa porque te permitirá tener cierta tranquilidad y la gran mayoría ofrece cobertura jurídica, en caso de tener que llegar a disputas legales con tu casero.

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