Este último año los españoles han sufrido las consecuencias de la crisis del Covid y la guerra de Ucrania en sus bolsillos. La creciente inflación en los artículos básicos, así como en las facturas de la luz, suponen una dificultad. Como propietario de una vivienda en arrendamiento es posible que te preguntes si debo subir el alquiler a mi inquilino por la inflación.
¿Puedo y debo subir el alquiler a mi inquilino por la inflación?
La inflación es un fenómeno que ha ido en aumento este 2022. Todo ha subido: los precios de la gasolina, del gas natural, de la luz y hasta de algunos productos del supermercado. La guerra de Ucrania, así como los remanentes de la pandemia de 2020 han sido los principales causantes de esta creciente inflación. Durante este año el IPC ha subido considerablemente y no ha hecho más que incrementar a consecuencia de la inflación.

¿Debo subir el alquiler a mi inquilino por la inflación? Debes saber que el Gobierno ha establecido una medida que protege a los arrendatarios. Y es que como arrendador puedes subir el precio de la renta, pero solo en un 2%. Este es un tope temporal.
A consecuencia de la subida del 7,6% del IPC, que ocurrió en el mes de febrero, los alquileres subieron hasta en 53 euros. Haciendo cálculos, esto suponía una subida de 634 euros al año. Para paliar estos efectos que resintieron los bolsillos de los arrendatarios, el Gobierno lanzó una medida temporal para congelar la subida del alquiler.
Actualización de la renta: ¿Debo subir el alquiler a mi inquilino por la inflación?
Vayamos por partes. Si te estás preguntando si debo subir el alquiler a mi inquilino por la inflación, la respuesta es sí y no. Como propietario de una vivienda en arrendamiento puedes subir la renta a tu inquilino, pero no en cualquier momento. La actualización de la renta, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, solo puede hacerse de manera anual y cuando vaya a renovarse el contrato de alquiler.
La subida del importe de la renta se hace siempre de acuerdo al IPC o Índice de Precios de Consumo. Es decir, después de un año de contrato, puedes convocar a tu inquilino para revisar y actualizar el alquiler y la fianza. Pero como el IPC ha subido considerablemente a causa de la inflación, solo puedes subir el alquiler en un 2% sobre el precio ya estipulado previamente. Si por ejemplo, cobras 800 euros de alquiler mensual, solo puedes incrementar la renta a tu inquilino un 2% como máximo; es decir, 16 euros.
Para poder hacer esta subida del alquiler debe de haber una cláusula en el contrato de arrendamiento que estipule que la renta se actualizará de forma anual según el IPC. Si el contrato no dice nada, entonces no podrás hacer la subida del precio del alquiler. Es muy importante que al momento de la firma del acuerdo se establezca la cláusula por la que la renta es susceptible de ser actualizada.

¿Cuándo puedo pedir un incremento de la renta?
Como ya adelantamos, no puedes subir el precio del alquiler en cualquier momento. Es decir, si firmaste el contrato de arrendamiento en el mes de marzo y estás en noviembre y necesitas incrementar el alquiler, no podrás hacerlo hasta que no sea el mes de marzo. Tiene que transcurrir un año desde la firma del contrato para poder pedir una actualización del alquiler y su correspondiente fianza.
De nueva cuenta, si pides 1.000 euros de alquiler, solo podrás pedir 40 euros. 20 por concepto de alquiler, 20 por concepto de fianza. Es ilegal pedir al inquilino que te pague ahora mismo esos 20 euros de más por la inflación. Además, si el contrato de alquiler no tiene la cláusula específica relativa a la actualización según el IPC, entonces no podrás pedir el correspondiente aumento cuando llegue el momento.
Esta medida del Gobierno de congelar la subida del alquiler en un 2% como máximo ha resultado una controversia. Ya desde hace varios meses el Gobierno busca limitar los precios del alquiler, pero no solo por la creciente inflación. Ya desde antes de la guerra de Ucrania, se buscaban medidas para poner un tope a los alquileres, principalmente en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga. ¿El motivo? Los desorbitados precios de arrendamiento.
En España se ha dado la peculiar situación de que el sector inmobiliario ha visto una subida en la compra de inmuebles. Después del Covid, buena parte de la población que podía permitírselo, comenzó a comprar casas; en consecuencia, muchas casas quedaron vacías y disponibles para el alquiler; pero este fenómeno fue temporal y de nueva cuenta, comenzó a haber mucha demanda de alquiler, pero poca oferta. Es decir, no hay muchos pisos para arrendar. ¿Las consecuencias? Subir los precios en las grandes ciudades. Precios que el Gobierno quiso limitar en su momento. Ahora es una realidad y el Estado por fin puede poner un límite al precio del alquiler, pero es una medida que solo estará vigente hasta finales de año. Aún no se sabe qué ocurrirá para 2023.