Alquilar tu casa o local comercial puede ser una de las cosas que más problema te dé, especialmente si decides alquilar tu inmueble a una persona poco responsable que no esté pendiente de pagar las mensualidades, provoque destrozos en la vivienda o moleste a los vecinos, entre otros inconvenientes. Para que estés al tanto antes de tomar la decisión y alquilar tu inmueble, te explicamos las causas de la extinción de contrato de arrendamiento más comunes que pueden provocar la resolución de contrato antes de la fecha que acuerdes con el inquilino. Como dueño de un inmueble, puedes acabar la relación arrendador-arrendatario por diferentes motivos.
No pagar el alquiler
Uno de los motivos más claros a la hora de la extinción del contrato de arrendamiento es que el inquilino no pague la renta. Es obvio que el pago del alquiler es una de las obligaciones principales del arrendatario y, por esta razón, incluso no pagar una mensualidad puede provocar la resolución del contrato antes de la fecha pactada. Hay que tener en cuenta que el dueño del inmueble no tiene que estar sometido a los retrasos del pago del alquiler por parte del inquilino.

Cuando se produce un impago, el arrendador debe seguir unos pasos determinados para acabar con la situación. Lo primero y lo más sensato es reclamar la mensualidad no pagada al inquilino, sobre todo, si puede tratarse de un error o confusión. Si este no es el caso, se deberán tomar las oportunas medidas legales a este respecto.
No pagar la fianza
Cuando se lleva a cabo la firma del contrato, es importante que en este aparezca la obligación de exigir y abonar una fianza. La Ley de Arrendamientos Urbanos determina que el dueño del inmueble está obligado a pedir al arrendatario el pago de una fianza que el inquilino está obligado a pagar en metálico cuando comienza el contrato.
Si la obligación de exigir o pagar la fianza se incumple, puede sancionarse al dueño del inmueble con una multa, que, por su parte, puede acabar con el contrato si el arrendatario no paga el importe de esta o su actualización.
La fianza funciona como un depósito que tiene como objetivo cubrir la obligación de devolver el inmueble en el estado en el que se encontraba antes de comenzar a vivir en este, así como otras condiciones que se incumplan y estuvieran incluidas en el contrato.
Ceder la vivienda o subarrendarla
Otras de las causas que pueden provocar la extinción del contrato de arrendamiento es la cesión o subarriendo de la vivienda sin consentimiento escrito del dueño del inmueble. Si no existe consentimiento en este sentido, el propietario puede resolver el contrato con antelación. Además, aún habiendo consentimiento escrito, si el inquilino recibe cantidades que son superiores a la renta que paga al propietario, también podrá extinguirse el contrato.
Hacer obras sin permiso
La Ley de Arrendamientos Urbanos determina que el propietario puede extinguir el contrato en caso de que el inquilino haya hecho obras si su consentimiento. Esto significa que depende del tipo de obra que se haya realizado en la vivienda, ya que, no todas, dan derecho al dueño de la vivienda a acabar con el contrato.
Por lo que se procederá a la extinción del contrato de alquiler en caso de que las obras que haya llevado a cabo el inquilino cambian la estructura del inmueble o reducen la resistencia de esta, como por ejemplo instalar una chimenea o tirar un tabique o una pared. Pero no, en cambio, si sustituye la bañera por un plato de ducha o instala rejas de seguridad en las ventanas.
Destinar el inmueble a otros usos
Otros de los motivos que pueden provocar la extinción del contrato de arrendamiento es que se utilice la vivienda para otro fin que no sea satisfacer la necesidad de vivienda permanente del arrendatario o de su cónyuge/pareja de hecho o sus hijos. También se puede finalizar el contrato en caso de que se llevase a cabo una actividad profesional, asistencial, cultural, comercial, industrial o artesanal si, además, deja de ser la vivienda permanente y primaria del inquilino.
Llevar a cabo actividades peligrosas, ilícitas, insalubres, molestas y nocivas
Un comportamiento incómodo o molesto por parque del inquilino que provoque sensaciones desagradables para cualquiera que viva en el inmueble o tenga que vivir en este, como cualquier otra actividad que provoque alarma social en el entorno de la residencia, pueden causar que el propietario acabe con el contrato.
Finalización del contrato
Como es evidente, cuando llega la fecha señalada en el contrato, el arrendador podrá finalizar el contrato de alquiler. Aunque se debe tener presente que, sin importar la duración que las dos partes hayan fijado en el contrato, la Ley de Arrendamientos Urbanos determina un plazo mínimo de la duración del contrato de alquiler. Este plazo depende de la fecha en la que se haya firmado el contrato, ya que esta ley ha sido modificada en diferentes ocasiones.