Si vas a alquilar un inmueble seguramente te preguntes qué es mejor alquilar una propiedad amueblada o hacerlo sin amueblar. Te desvelamos cuáles son los pros y contras de esta alternativa de arrendamiento. ¡Toma nota!
¿Propiedad amueblada o sin amueblar?
Cuando se trata de alquilar un inmueble una de las cosas en las que todas las personas se fijan es el precio del mismo. Y es que con el alza de los precios en el mercado inmobiliario de alquiler puede resultarte todo un caos. ¿Sabías que alquilar una propiedad amueblada puede ser más cara que una sin muebles? ¿Pero hasta qué punto esto te compensa?

Recuerda eso sí, para evitar problemas a futuro con el arrendador, que el contrato de arrendamiento debe establecer una serie de cláusulas. Precisamente una de las cláusulas es saber qué es lo que estás alquilando. Así, el contrato de arrendamiento debe determinar si el inmueble tiene o no los aditamentos necesarios. En el contrato debe especificarse por ejemplo si te están entregando una habitación (o más) con todos sus muebles o no. Así como de qué electrodomésticos dispone la vivienda.
¿Por qué es importante saberlo? Porque así te evitas problemas a futuro con el casero al momento de finalizar la relación contractual. También se aconseja, tanto a los inquilinos como a los propietarios, que se hagan fotos a la casa o piso y éstas se anexen dentro del contrato. ¡Es un buen recurso!
Alquilar una propiedad amueblada: ¿sí o no?
La principal ventaja de alquilar una propiedad amueblada es que no tienes que preocuparte por comprar nada. En tu nuevo hogar encontrarás todo lo que necesitas para instalarte en ella. Una cama, un sofá, etcétera. Esto supone que lo único que tienes que hacer es entrar a vivir a la casa cuando así se haya pactado con el arrendador. Este es precisamente una de las mayores ventajas de alquilar una propiedad amueblada.
Eso sí, el inconveniente es que todo debe entregarse en buen estado cuando la relación contractual haya concluido. Esto significa que en caso de que el inquilino rompa algo de lo que está en la vivienda, como la televisión o el microondas, tendrás que reponerlo tú. Esto es algo que también debe establecerse en el contrato de arrendamiento cuando se hable de las reparaciones de la vivienda.
Ten en cuenta que cuando la vivienda está deteriorada por el paso del tiempo o un electrodoméstico no funciona al llegar a la propiedad, el inquilino debe decirlo de inmediato al casero. Es el casero quien tiene que pagar estas reparaciones derivadas del paso del tiempo. Pero cuando se trata de un mal uso por parte del inquilino, entonces será el arrendatario quien corra con los gastos. Por eso decimso que cuando se trata de romper accidentalmente un electrodoméstico es el arrendatario quien debe pagarlo.
Las ventajas y desventajas de alquilar propiedad sin amueblar
Ahora que ya sabes las ventajas y algunos inconvenientes de alquilar propiedad amueblada, te contamos que también se puede arrendar una vivienda que no incluya los muebles. Este tipo de viviendas sin amueblar resultan de lo más atractivas por su bajo coste de alquiler. ¿Pero hasta que punto te compensa?

Una vivienda sin amueblar puede alquilarse a un precio mucho más económico. Por ejemplo, alquilar propiedad amueblada puede costarte unos 1.000 euros, pero sin amueblar, es posible que la encuentres en 800 euros al mes. Este es precisamente el gancho que atrae a muchos arrendatarios que buscan la economía. Sin embargo el gran inconveniente es que el arrendatario debe comprar todo lo que necesita para poder vivir en la propiedad.
Esto hace que el precio del arrendamiento pueda negociarse fácilmente con el dueño de la vivienda. Es posible que el casero establezca un importe por el alquiler, pero al momento de hacer la visita al inmueble puedes intentar negociar con el propietario en función de lo que incluya el arrendamiento. Ten en cuenta que la parte negativa de todo es que tú tendrás que comprar los muebles necesarios.
Y aquí hay otra gran ventaja, pese a que el inquilino tenga que comprar lo necesario. para empezar, la propiedad puede irse amueblando poco a poco. Por otra parte, al marchar, puedes llevarte esos mismos muebles, pero también es posible venderlos al casero. Y por supuesto, si como inquilino rompes o estropeas alguno de los muebles comprados, no tiene que reponerlos si no quieres.
La importancia del contrato de arrendamiento
Queremos recalcarte que el contrato de arrendamiento es la parte más importante del arrendamiento. No sólo es fundamental cuando se trata de determinar el precio de la vivienda, sino también lo que ésta incluye. Lo de hacer fotografías a la vivienda e incluirlas en un apartado anexo dentro del acuerdo de alquiler es también muy necesario. De esta forma las partes pueden comprobar las condiciones en las que se encuentran tanto el inmueble como lo que contiene.
Así, en caso de poder generarse disputas entre las partes, se puede recurrir fácilmente a los anexos del contrato de arrendamiento.