El gobierno aún tiene pendiente de aprobación una iniciativa conjunta entre los partidos de coalición, PSOE- Unidas Podemos. En esta iniciativa de la Ley de Vivienda, se pretende, entre otras cosas, establecer la limitación de precio del alquiler. Una medida que ya está vigente en Cataluña y que, en Alemania ha tenido consecuencias desastrozas.
Las claves para entender la limitación de precio del alquiler
La subida de los precios de la vivienda de alquiler, la reducción de oferta de los mismos, así como la crisis económica que atraviesa el país, ha hecho que el ejecutivo tomara medidas al respecto. La situación de la vivienda de alquiler en España no se encuentra en su mejor momento. Para empezar, el parque de vivienda ha disminuido considerablemente, por lo que no existen suficientes inmuebles para el arrendamiento. Por otra parte, a causa de la crisis sanitaria por la Covid-19, que originó que la tasa de paro aumentara, a la par que la de morosidad, ha puesto en jaque al sector inmobiliario.

Por otra parte, el alquiler en nuestro país varía considerablemente entre comunidades y provincias. Así, no es lo mismo alquilar un piso en el centro de Madrid o Barcelona, que en una ciudad de pocos habitantes en Galicia. Es precisamente el precio del alquiler en las grandes ciudades lo que el Gobierno pretende limitar. Esto se haría extensivo para ciudades con alta demanda de población como las antes mencionadas, además de Málaga o Valencia, entre otras.
En la propuesta inicial, se pretendía incentivar a los propietarios de las viviendas de áreas tensionadas, a condición de ajustar los precios del alquiler. Dentro de estos incentivos se encontrarían bonificaciones fiscales, de entre el 50 y el 90%, a lo largo de tres años, y siempre que el propietario cumpla ciertos requisitos. Por otra parte, cabría la posibilidad de que los inquilinos reclamaran a los caseros la devolución de dinero que se hubiera pagado de más.
Pero, ¿Cómo se calcularía la limitación de precio del alquiler? Esto se haría a través de una serie de parámetros y tabuladores que se aplicarían de forma simultánea en las zonas tensionadas; se tendría que respetar el índice de precios de dicha zona. De esta manera, el precio de la vivienda sería uniforme en las zonas tensionadas. Esto no quiere decir que el precio esté enteramente limitado por el Gobierno. Por ejemplo, el propietario de la vivienda podría hacer reformas con el fin de revalorizar la propiedad y, con ello, pedir un alquiler mayor.
El caso de Cataluña, Alemania y Suecia
La limitación de precio del alquiler es algo que ya entró en vigor en Cataluña. Esto se hizo a través de la ley de medidas urgentes en materia de contención de rentas en los contratos de arrendamiento de vivienda; una disposición que, fue recurrida por el Partido Popular ante el Tribunal Constitucional por determinar que el gobierno catalán no cuenta con la autoridad suficiente para legislar en los precios del alquiler y sus limitaciones.
En el caso de Cataluña, esta ley no es aplicable en toda la comunidad, sino en las áreas de tensión. Dentro de ellas encontramos, por ejemplo, Badalona, BArcelona, Castelldefels, Girona, L’Hospitalet, Lleida, Tarragona, entre muchas otras. Todavía es muy pronto para conocer los efectos que esta medida está teniendo en Cataluña, pero sí podemos centrarnos en el caso de Alemania.

En Alemania, la limitación de precio de alquiler se aplicó en Berlín. Como sabemos, se trata de la capital del país, un gran núcleo urbano con alta demanda de vivienda. A esto se le añade que es una ciudad de grandes corporaciones, instituciones y, por supuesto, universidades. El gran problema de Berlín es que, cuando la medida se aplicó, las consecuencias para el mercado inmobiliario no fueron las deseadas. Para empezar, la oferta de pisos de alquiler disminuyó considerablemente. Si antes había unos 600 anuncios a la semana, estos cayeron a 300 con la implementación de la medida.
Aquí, no solo se redujo el número de ofertas de piso de alquiler, sino que también descendió el precio del metro cuadrado en la capital alemana. Lo contrario ocurrio en Postdam, donde el precio del metro cuadrado se incrementó y las ofertas aumentaron. Como consecuencia, mucha gente comenzó a buscar viviendas en Postdam y demás ciudadas cercanas a Berlín y muy bien comunicadas por carretera y transporte público.
Un caso dramático es el de Suecia, donde el mercado inmobiliario como lo conocemos prácticamente ha desaparecido. Aquí el alquiler de las viviendas no lo controlan los propietarios sino es el Estado quien lo hace. De esta manera, los propietarios que quieren poner una vivienda en alquiler, deben de justificar ante el Estado el motivo por el que lo están haciendo. En cuanto al acceso a una vivienda para el alquiler, las personas tienen que esperar alrededor de 20 años para poder acceder a alguna de las viviendas que conceden las autoridades y cuyos precios no van en función del mercado, sino de la utilidad que se le da la vivienda.