Uno de los mayores miedos de todo propietario que se decide a poner su vivienda en alquiler es la posibilidad de que el inquilino no le pague la renta mensual. Para evitarlo, es habitual solicitar un extracto de la nómina o el aval de un familiar solvente al inquilino antes de celebrar el contrato, cobrar garantías adicionales y, últimamente, también contratar un servicio de alquiler con pago garantizado o un seguro de impago a una agencia de alquiler o aseguradora. Esta última solución resulta muy fiable según los expertos: de acuerdo con los datos del Observatorio Español del Seguro del Alquiler, en el año 2020 los arrendamientos que incluían este seguro de impago registraron una siniestralidad del 7,2%, mientras que en el caso del alquiler sin seguro de impago se alcanzó el 15%.
¿Qué es un seguro de impago?
Un seguro de impago del alquiler es una póliza cuyo principal objetivo es el de proteger al arrendador frente a situaciones de morosidad por parte de sus inquilinos. Consiste en la contratación de cobertura frente a posibles impagos durante un número determinado de meses (o cuotas), siendo la aseguradora quien abonaría la mensualidad al propietario en caso de que el arrendatario deje de pagar. Además de esta cobertura principal, suele incluir también otros servicios como defensa jurídica, cobertura frente a daños, reparaciones opcionales, etc.
4 riesgos que implica el alquiler sin seguro de impago
Puede que te quedes algún mes sin cobrar el alquiler
Si alquilas una vivienda sin seguro de impago, puede darse el caso de que el inquilino deje de pagar alguna mensualidad y te encuentres completamente desprotegido frente a esta situación, tendiendo que reclamarle al arrendatario la suma que te debe por tu cuenta. Por el contrario, si cuentas con un seguro de este tipo, la aseguradora se encargará de responder por el inquilino y te realizará el ingreso en su lugar (repercutiéndole el pago después), por lo que el cobro de la renta mensual queda garantizado durante el periodo por el que se contrate dicho seguro.
No contarás con asistencia jurídica gratuita
En ocasiones, los contratos de alquiler pueden derivar en situaciones de tensión entre arrendador y arrendatario, ya sea por desacuerdo entre ambas partes en algún extremo del contrato, falta de pago de la mensualidad, discrepancias respecto a quién debe cubrir determinadas reparaciones de la vivienda, causar daños y desperfectos en la vivienda, etc.

Lidiar con estas situaciones de forma individual puede ser complicado y tedioso, además de caro si la disputa acaba en los tribunales (por ejemplo por una demanda de desahucio), y por ello resulta conveniente contar con asistencia jurídica gratuita. Tanto los seguros de impago como las agencias de alquiler con pago garantizado como AlquilerPlus ofrecen este servicio, dando cobertura a extremos como la redacción del contrato de alquiler, procedimiento de desahucio, reclamación por incumplimiento, defensa jurídica, etc.
Estarás desprotegido frente a daños, pérdidas o robos
Aunque la mayor preocupación de los propietarios cuando alquilan un piso es el impago, lo cierto es que este no es el problema más común al que se enfrentan: lo más habitual suelen ser los daños y desperfectos en la propiedad. Estos pueden darse tanto a mano de los inquilinos como por causas naturales o de fuerza mayor, así como por robos.
Las pólizas que cubren el impago del alquiler suelen incluir también un cierto grado de protección frente a este tipo de circunstancias, pudiendo hasta llegar a añadirse también la protección de los bienes pertenecientes al inquilino durante el alquiler si hay acuerdo entre las partes (esto último ocurre generalmente cuando el arrendatario se ofrece a pagar este seguro a cambio de alguna mejora en las condiciones del contrato).
Tendrás que encargarte personalmente del mantenimiento de la vivienda
La mayoría de aseguradoras ofrecen servicios adicionales que se pueden contratar en los seguros de impago de alquiler, como por ejemplo el servicio de manitas. Esto es especialmente interesante si la propiedad no cuenta con un seguro de hogar y no quieres tener que ocuparte personalmente de las reparaciones necesarias que tienen la obligación de llevar a cabo los arrendadores de viviendas.
El alquiler con seguro de impago, beneficioso también para el inquilino
Aunque este tipo de seguro parece favorecer expresamente al arrendador, lo cierto es que también tiene sus ventajas para el inquilino. En primer lugar, la mera existencia de este seguro implica que no es necesaria la petición de garantías adicionales por parte del propietario (como meses extra de fianza o avales), puesto que una hipotética situación de impago quedaría cubierta en todo caso. El hecho de estar exento de demostrar con nóminas u otros documentos que puede hacerse frente al pago durante toda la duración del contrato puede facilitar la contratación, por lo que si eres trabajador por cuenta propia o estudiante y quieres alquilar un piso, puedes negociar y ofrecerte a pagar la cuota de este seguro.