¿Quién puede rescindir un contrato de alquiler? ¿Cómo se realiza? Se trata de un trámite obligatorio al que tienen que suscribirse las partes de un contrato de arrendamiento una vez que este finaliza. A través de la rescisión del contrato es posible solicitar la devolución de la fianza del alquiler.
¿Por qué se rescinde un contrato de arrendamiento?
El arrendamiento es un contrato jurídico que es sujeto de derechos y obligaciones. A través de este vínculo, el arrendador confiere una propiedad en alquiler a otra persona, arrendatario, a cambio de un pago puntual. El arrendatario adquiere el derecho a vivir en el inmueble, pero también contrae la obligación de pagar por ello. La relación se formaliza a través de un acuerdo o contrato escrito que pretende regular lo establecido por las partes.
Los contratos tienen diferentes plazos de vigencia y varían en función de las necesidades de ambas partes. Lo más habitual es encontrar acuerdos que se van prorrogando en anualidades. Las causas de terminación de dichos contratos son variadas, pero lo más habitual es por finalización del documento. Cuando se acerca la fecha de vencimiento, y en caso de no desear con la relación contractual, las partes deben comunicarse y avisar de su deseo expreso de rescindir el contrato de alquiler.
Para que la rescisión del contrato sea válida, es necesario que se haga dentro de los plazos legales establecidos. Para los contratos firmados en 2019, el arrendador tiene que avisar al arrendatario con cuatro meses de antelación; por su parte, el inquilino tiene que avisar al casero de su deseo de desocupar la vivienda dentro de los dos meses previos a la fecha de finalización del contrato. ¿Qué ocurre si las partes no se comunican? Salvo cláusula contraria en el contrato, cuando las partes no manifiestan su deseo de recuperar/marcharse de la vivienda, el contrato entra en prórroga anual.
Documento para rescindir un contrato de alquiler
La rescisión del contrato es la parte final de un arrendamiento. A través de este documento las partes se desvinculan de los derechos y obligaciones derivados del alquiler de un inmueble. Este documento, a través del cual se finaliza la relación contractual, sirve a manera de garantía al arrendador en caso de deudas por parte del inquilino; es decir, si el arrendatario tiene aún deudas (de suministro, por ejemplo), el documento para rescindir un contrato de alquiler deberá recogerlo. Esto sirve a manera de prueba en caso de iniciarse un procedimiento judicial por falta de pago de renta, suministros, etcétera.
Por otra parte, cuando se lleva a cabo la rescisión del contrato, en esta se establece la forma y el tiempo para la devolución de la fianza; en ocasiones, este mismo documento sirve como recibo en caso de que la fianza se devuelva en ese mismo momento. Si quieres evitar tener más trato con el inquilino o si te corre prisa culminar la relación cuanto antes, lo más aconsejable es ir, antes de rescindir un contrato de alquiler, a la propiedad. Recuerda que solo puedes ir avisando al arrendatario y con el consentimiento de este. Realiza una visita para verificar el estado de la propiedad y ponte en contacto con los servicios de electricidad, gas, agua e Internet, para comprobar que el inquilino no tiene deudas. Con esto podrás devolver la fianza, si procede, en el momento de la firma de rescisión del contrato.
Los acuerdos de terminación
Lo anterior es una manera rápida y eficaz para concluir con la relación contractual. En su defecto puedes terminar la relación firmando dos documentos diferentes: acuerdo de terminación con retención de la fianza y acuerdo de terminación con liquidación.
El acuerdo de terminación con retención de la fianza hace que la relación contractual no se termine por completo. Al firmarlo, las partes ponen fin a ciertas obligaciones y derechos, pero no todos. Este documento se firma cuando no hay acuerdo entre las partes o si no se pueden cuantificar las obligaciones. Con la firma de este acuerdo la relación legal sigue hasta que se agoten las obligaciones. Por ejemplo, la persona puede abandonar la propiedad, pero sigue vinculada a su anterior casero por falta de pago o reparaciones en la propiedad que haya que subsanar.
Por su parte, cuando se firma un acuerdo de terminación con liquidación, las partes terminan la relación al momento. Con este documento se cierran todas las obligaciones. El inquilino debe devolver las llaves, se acuerda la devolución de la fianza y se cierran las posibilidades a futuras reclamaciones.
¿Cómo rescindir un contrato de alquiler?
La relación contractual entre arrendador y arrendatario puede extinguirse en cualquier momento, pero esto acarrea penalizaciones. El inquilino puede poner fin al contrato cuando lo desee, y si quiere evitar esas penalizaciones, la LAU establece que deberá hacerlo dentro de los seis primeros meses tras la firma del contrato. Transcurrido este plazo, el arrendatario puede marcharse siempre que avise con dos meses de antelación. Así no tendrá que pagar ninguna penalización por rescindir el contrato de alquiler.
Si el arrendatario no cumple los seis meses previstos, entonces tendrá que indemnizar al casero con un importe por esos seis primeros meses.
Para poder rescindir el contrato lo más aconsejable es establecer cláusulas específicas en el mismo documento y ser minucioso con ellas. Por ejemplo, que una persona necesite tratamiento médico en otro emplazamiento o que esté pendiente de resolver una oferta de trabajo que supondría mudanza, etcétera. También puede establecerse una cláusula de subarrendamiento, es decir, que el inquilino busque a otro inquilino en caso de tener que marchar. Todas estas disposiciones siempre deben detallarse en el contrato, a manera de cláusulas, y estar ambas partes conformes.